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El Gobierno de México afina los detalles de un plan integral de apoyo a la ganadería nacional, tras el cierre temporal de la frontera con Estados Unidos para la importación de ganado mexicano, derivado de la detección de la plaga del gusano barrenador. La presidenta Claudia Sheinbaum señaló este jueves que la estrategia busca fortalecer la producción y comercialización de carne en México, reduciendo la dependencia del mercado estadounidense.
En reunión celebrada el miércoles en Palacio Nacional con los gobernadores de Sonora, Alfonso Durazo; Coahuila, Manolo Jiménez; y Durango, Esteban Villegas, la mandataria acordó aumentar los recursos destinados al mercado interno, promoviendo la engorda, industrialización y distribución de carne de res para consumo nacional y exportación.
“El proyecto se centra en la producción de carne en México. Es muy positivo y participan activamente las asociaciones de ganaderos”, indicó Sheinbaum durante su conferencia de prensa matutina.
Alonso Erik Fernández Flores, presidente de la Asociación Nacional de Establecimientos Tipo Inspección Federal (ANETIF), adelantó que el plan contempla la regionalización del país para mantener exportaciones desde zonas libres del gusano, instalación de trampas de detección, control del movimiento de ganado y vigilancia reforzada. Fernández Flores calificó la iniciativa como un “acuerdo histórico” respaldado por ambos gobiernos y destacó que las nuevas plantas de moscas estériles en Chiapas y Texas permitirán mitigar la plaga mediante liberaciones masivas de insectos estériles.
El plan también prevé la inclusión de Tamaulipas y Chihuahua en su segunda fase, cuyos detalles serán presentados próximamente desde el norte del país. Sheinbaum subrayó que se ha alcanzado un acuerdo técnico con Estados Unidos que establece indicadores claros para decidir la apertura o cierre de la frontera, eliminando criterios subjetivos que habían marcado decisiones previas.
La contingencia se remonta al 9 de julio, cuando el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) suspendió el ingreso de ganado mexicano tras detectarse un caso de gusano barrenador en Ixhuatlán de Madero, Veracruz. La medida ocurre después de un periodo de cierre entre mayo y junio, que ocasionó pérdidas estimadas en 700 millones de pesos (aproximadamente 38 millones de dólares), según el Consejo Mexicano de la Carne.
Aunque la reapertura gradual de la frontera había comenzado el 7 de julio en Agua Prieta, Sonora, la detección en Veracruz obligó a suspender el flujo de ganado hacia el norte, dado que la ubicación del brote se encuentra lejos de las zonas de liberación de moscas estériles y cerca de la frontera con Estados Unidos.
Brooke Rollins, secretaria de Agricultura estadounidense, señaló que se requieren avances adicionales en Veracruz y estados vecinos para reabrir los puertos ganaderos del sur, mientras ambos países consolidan acciones coordinadas para contener la plaga.
Fuente: El País