Tras su derrota electoral de abril, surgieron dudas sobre la continuidad de Pierre Poilievre al frente del Partido Conservador. Sin embargo, su retorno a la Cámara de los Comunes en septiembre llega respaldado por una bancada que, al menos por ahora, mantiene su apoyo.
La elección en el distrito de Battle River—Crowfoot, uno de los más seguros para el conservadurismo en Canadá, le permitió a Poilievre obtener una victoria contundente con el 80% de los votos, pese a no residir en la circunscripción. Un triunfo sólido, aunque apenas el inicio de los desafíos que marcarán su liderazgo.
1. Poilievre y el Partido Conservador
El primer examen llegará en enero, cuando se realice la revisión obligatoria de liderazgo. De acuerdo con los estatutos del partido, tras una derrota electoral los miembros deben decidir si el líder permanece en el cargo. Poilievre, que se medirá directamente con el primer ministro Mark Carney en el Parlamento, tendrá que demostrar que es la mejor opción para encabezar la oposición.
2. Poilievre frente a Donald Trump
La vuelta de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos ha irrumpido como la principal preocupación de los canadienses. Una encuesta de Nanos señala que las relaciones con Washington superan ya al empleo y la economía como prioridad para el electorado.
Durante la campaña federal, Poilievre insistió en temas como la inflación y el crimen, evitando centrar su discurso en Trump, a pesar de la presión liberal por llevarlo a ese terreno. Las encuestas, no obstante, muestran que un 58% de los votantes considera que los liberales están mejor preparados para gestionar la relación con el presidente estadounidense, frente a solo un 21% que confía en los conservadores.
3. Poilievre y Doug Ford
El primer ministro de Ontario, Doug Ford, le recomendó públicamente trabajar en conjunto con Carney bajo una lógica de “equipo Canadá”. Pero la relación entre ambos líderes conservadores ha estado marcada por la rivalidad.
Ford criticó la campaña de Poilievre por no tender puentes con los gobiernos provinciales y municipales, un factor que, según algunos analistas, incidió en la derrota conservadora en áreas clave como Toronto y sus suburbios. Además, Ford mantiene una cercanía con Carney que contrasta con su distancia hacia Poilievre.
4. El desafío con el electorado femenino
Uno de los mayores retos para Poilievre es su débil posicionamiento entre las mujeres. Una encuesta del Angus Reid Institute revela que el 64% de ellas tiene una opinión desfavorable del líder conservador, lo que limita su capacidad de crecimiento electoral.
El dirigente se mantiene como una figura polarizadora: un sondeo de Abacus Data muestra que el 42% de los canadienses lo valora positivamente, mientras que un 41% expresa una opinión negativa.
5. Poilievre frente a Carney
Finalmente, la comparación directa con el primer ministro continúa jugando en contra del líder conservador. Estudios de Abacus Data indican que, si hoy se celebraran elecciones, el 43% de los votantes optaría por los liberales, manteniendo una ventaja sobre los conservadores.
De momento, los indicadores no reflejan un desgaste significativo para Carney ni para su gobierno, lo que complica el escenario para Poilievre, quien necesita reposicionarse no solo dentro de su partido, sino también frente a un electorado dividido.
Fuente: National Post
