En una entrevista exclusiva para Nuevo Sonora, el juez sonorense Juan Fernando Canale Argüelles comparte con pasión y claridad su visión sobre la justicia, su vocación de servicio y sus aspiraciones para llegar al ámbito federal. Su rostro sereno refleja la experiencia acumulada tras casi una década al frente de casos complejos en materia familiar, donde ha atendido temas sensibles como la infancia, la perspectiva de género y los derechos humanos.
Con tan solo 25 años, Canale fue nombrado juez por primera vez en Álamos, Sonora. Hoy, con ocho años de experiencia en derecho familiar y una vocación clara por los derechos humanos, la infancia y la perspectiva de género, busca dar el salto a la justicia federal para ampliar el impacto de su labor.
“No todos los jueces abren la puerta, pero yo sí. Lo he hecho durante ocho años y seguiré haciéndolo desde el foro federal”, afirma con determinación.
Canale no proviene de la política, sino de la carrera judicial. Su perfil técnico, su formación especializada y su desempeño sobresaliente lo convierten en una opción confiable para quienes buscan un juzgador empático, eficiente y comprometido con la legalidad. Incluso durante su campaña —limitada solo a los fines de semana por sus responsabilidades actuales— ha priorizado el contacto directo con la gente para explicar la reforma y escuchar sus inquietudes.
Desde su actual cargo en el Juzgado Tercero Familiar, ha enfrentado temas complejos como custodias, convivencias, pérdida de patria potestad y protección de derechos de niñas, niños y adolescentes. Su experiencia en estos casos sensibles le ha permitido desarrollar una profunda sensibilidad que ahora desea trasladar al ámbito federal.
“La justicia debe ser ciega, sí, pero sensible. Juzgar con perspectiva de género, de infancia y de condiciones particulares no es una opción, es una obligación”, señala.
Comprometido con una justicia ágil y de calidad, Canale ha liderado un equipo que resuelve asuntos en menos tiempo del estipulado por la ley, y ha sido reconocido por su eficiencia y capacidad de gestión. Esta misma visión la quiere llevar a los tribunales federales, donde se atienden juicios de amparo y otras materias clave para la protección de derechos humanos.
A días del cierre de campaña, su mensaje es claro: participar, informarse y decidir con responsabilidad.
“Conózcanos a todos, comparen trayectorias y decidan quién puede ser el mejor juez de distrito. Yo estoy listo para seguir sirviendo, ahora desde un espacio más amplio y con la misma cercanía de siempre”.
El próximo 1 de junio, Juan Fernando Canale aparece en la boleta amarilla con el número 14. Su historia es la de un servidor público íntegro, preparado y profundamente humano, dispuesto a llevar su vocación de servicio a un nuevo nivel.